Mayo de 2005

Administración de empresas.

9:50 La birome remarca una y otra vez el banco de al lado, “no entiendo nada” –escribe-. Lo recuadra. “Yo menos” responde mi mesa.
Estamos en examen, un silencio anormal flota en el pesado aire del aula. Pero la verdad es que el colegio nunca se calla. Cuando baja el volumen del salón, se perciben gritos lejanos, indescifrables, completamente distorsionados por el eco. Risas y golpes. Mas gritos.
Es algo que nunca voy a olvidar. Cuando pienso en un examen, evoco esas voces lejanas e inentendibles. El silencio del aula, el ruido de los pasos del profesor. Todo tan callado, tan en uno mismo. Somos solo dos, mi cabeza y yo.