URBANISMO

Joaquín amaba Buenos Aires. Conocía sus calles, pasajes, parques, plazas, zonas ecológicas, recreativas, monumentos, estatuas, fuentes, sitios históricos y entidades culturales. Concurría asiduamente al Jardín Japonés, a la flor de Figueroa Alcorta, a los conciertos de la Facultad de Derecho, al Museo de Bellas Artes, a la Biblioteca Nacional  y a la Recoleta.
Admiró el bello jardín del Museo Larreta el cual frecuentaba para ver su ombú y deleitarse con todos sus detalles.
Durante una inhabitual exploración urbana en un canal subterráneo en el que investigaba las características del sitio, a pesar de considerar una serie de medidas de seguridad pasó por alto el factor climático que produjo el lamentable desenlace. Se accidentó junto a sus amigos con los cuales paradójicamente trabajó en actividades de concientización de la realidad.